Recuerdo

Fue una mezcla rara de lascivia y ternura;
un maridaje extraño de amor y miseria,
se encontraron un día mi locura y su histeria
y confraternizaron su histeria y mi locura.

¡Qué florecer de ensueños en la caricia impura!
¡Qué brillar de ilusiones en la odiosa lascivia!
¡Qué placer doloroso! perversión y tragedia,
asco y remordimiento en la sucia aventura.

Siempre recuerdo aquello con profundo desprecio
porque tuvo su empiezo, su final y su precio.
Adorada, perdona, lo que sigue es muy feo;

El pecado y la carne forman vínculo fuerte.
¿El final de la historia? La lujuria y la muerte,
y aún después de la muerte, la obsesión del deseo.